Cruz procesional de la Iglesia de Vicién

Por Elena Daniel

Pieza bella, aunque ciertamente extraña en su conjunto da la impresión de que su artífice no quiso, o no pudo por presupuesto decorarla más.

La aparición del punzón OSCA perteneciente a la ciudad de Huesca durante el periodo que comprende la segunda mitad del siglo XVI y la primera del XVII aproxima bastante en le datación de la pieza. el principio del siglo XVII se caracterizó estilísticamente por una simplificación en la ornamentación de las piezas que viene provocada entre otras cosas por una fuerte depresión económica, escasez de materia prima y cambio de valores estéticos.

En cualquier caso, según el orfebre Fernando Piró (Zaragoza),todo ello no es impedimento para que el valor de la pieza por su sencillez podria no parecerlo, sea autenticamente el de la obra historica acreditada. La recuperación del punzón así lo acredita. Se podría concluir diciendo que la importancia de la Cruz reside en ella misma, puesto que aporta al conjunto de cruces que muestran transiciones estilisticas, datos que sirven para datar otras piezas.

En cuanto al punzón OSCA y a la colocación de este en todas y cada una de las piezas vendria a apoyar la tesis de la época tardía de la Cruz Procesional de Vicien.

El autor es desconocido, de la escuela tardio-renacentista, el punzón de Huesca, con buriladas de fiel en el lustre, material de plata en su color y soporte Alma de madera. Unas personas muy vinculadas familiarmente con Vicien se encargaron de llevarla al orfebre Fernando Piró de Zaragoza para su restauración cuyo coste fue superior a 4.000 euros, depositándola ( en custodia) posteriormente en el Museo Diocesano de Huesca junto con otros objetos eclesiásticos.

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